-

lunes

Fue un segundo. Quizás dos. Su piel volvió a rozar la mía. Sin más. Un contacto efímero, simple, casi irrisorio. Había pasado tanto, tanto tiempo. Tantos nombres nuevos. Tantas caricias desconocidas. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Ninguna. Absolutamente ninguna como su piel. Nadie. Absolutamente nadie.