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sábado

Me alegra tanto escuchar tus promesas mientras te alejas, saber que piensas volver algún día, cuando los sapos bailen flamenco. Y yo te espero, ya ves, aunque no entiendo bien que los sapos puedan dejar de saltar y bailar lejos de su charco. Porque mis ojos brillan con tu cara y ahora que no te veo se apagan. porque prefiero que estés a mi lado aunque no tengas nada te vas y te pierdo.